El consumo desmedido de cualquier sustancia psicoactiva (alcohol, tabaco, opiáceos, anfetaminas, benzodiacepinas, barbitúricos, hipnóticos, alucinógenos, inhalantes, estimulantes, entre otros) puede causar una adicción. Si bien es cierto que, en ocasiones se considera que las adicciones causan afectaciones emocionales, hoy sabemos que alteran y deforman la estructura y el funcionamiento de algunas áreas importantes de nuestro cerebro, provocando en muchos casos daños irreversibles en el área cognitiva, sensitiva, perceptiva. , reactiva, memoria y en el comportamiento.
Empecemos por mencionar que existen criterios de diagnóstico médico-psiquiátrico, encargados de detectar y atender las adicciones. Según el DSM-5 (El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) para diagnosticar el trastorno por consumo de sustancias (adicción) debe cumplirse dos criterios de los siguientes, durante 12 meses:
- Uso peligroso.
- Problemas sociales o interpersonales relacionados con el consumo.
- Incumplimiento de las principales actividades o rutinas por su consumo.
- Síndrome de abstinencia.
- Tolerancia, uso de mayor cantidad de sustancia o más tiempo.
- Intentos repetidos de dejarlo o controlar el consumo.
- Emplear más tiempo del que se pensaba en actividades relacionadas con el consumo.
- Tener problemas físicos o psicológicos relacionados con el consumo.
- Dejar de hacer otras actividades debido al consumo. (1)
Como podemos ver, la adicción es un trastorno mental que genera dependencia, porque la relación que se establece con la sustancia es negativa, dolorosa, incluso destructiva; y la persona que la padece, es incapaz de controlarla, curarla, o manejarla sin un tratamiento adecuado como cualquier otro trastorno mental. (1, 3)
Existen otros trastornos de salud mental como la depresión, déficit de atención, trastorno por déficit de atención e hiperactividad, trastorno por estrés postraumático, ansiedad, estrés crónico, esquizofrenia, bipolaridad, entre otros, que suelen aparecer en la etapa de la adolescencia y si no son diagnosticados y atendidos o controlados con tratamientos efectivos y adecuados, en la mayoría de los casos, se desarrolla una adicción a las sustancias.
El consumo de sustancias adictivas puede ser una forma de lidiar con sentimientos dolorosos, como miedo, ansiedad, tristeza, depresión y sentimientos de soledad y puede empeorar aún más estos padecimientos. En ocasiones buscando sentirse mejor, las personas pueden optar por “la automedicación”, por recomendación de conocidos o por información obtenida de sitios digitales sin verificación de profesionales de la salud, y tomar medicamentos sin conocer sus efectos, y las dosis adecuadas pueden generar dependencia. . y posteriormente adicción a estos. (2)
Sin embargo, también puede ocurrir que una adicción genere con el paso del tiempo trastornos asociados como ansiedad, depresión y más adelante ideas o intentos suicidas. Por ello, es importante atender cualquier cambio de humor o cambio de estado de ánimo que se mantenga por más de tres semanas. Es importante saber que, no es normal sentirnos tristes más de un mes, que no es normal sentir enojo todo el tiempo, que no es normal sentir miedo al realizar tareas simples y cotidianas. No es normal vivir con estrés constante, debemos observar nuestras emociones y preguntarnos qué situaciones las podrían causar. Es necesario aprender a lidiar y negociar con nuestras emociones incómodas o desagradables para prevenir y/o desarrollar algún trastorno mental o caer en un consumo descontrolado de alcohol y otras sustancias. (2, 3)
Es primordial cuidar de nuestra salud mental y la de nuestros seres queridos. Si tienes la duda o sospecha de que necesitas ayuda profesional para ti o alguien cercano, agenda una cita con alguno de nuestros consejeros, es confidencial y gratuita. ¡No estás sola, ni solo!
Referencias bibliográficas
- Criterios para el diagnóstico de una adicción. Abrir enlace
- La adicción es una enfermedad. Abrir enlace
- Drogadicción (trastorno de consumo de sustancias). Abrir enlace
