La adicción a las sustancias psicoactivas, mejor conocidas como drogas, se ha convertido en una problemática no solo individual, sino que involucra y aqueja los ámbitos familiares, sociales, hasta representar hoy en día un problema de salud pública. La creación de tratamientos que resultan efectivos, hacen necesaria una mayor comprensión en el tema de las adicciones, como que su origen es multicausal, las situaciones y emociones que la mantienen son diversas, los patrones de crianza juegan un papel importante, los usos y costumbres, las creencias y la idealización que se tiene hacia los efectos como “positivos”.
Crecer en un ambiente familiar en el que haya figuras de amor y autoridad genera orden, confianza, sentimiento de protección, cuidado, y ayuda a que sus miembros aprendan a identificar, sentir y gestionar las emociones para poseer estabilidad emocional. El nivel de afectación que presenta la familia de una persona que sufre una adicción debe ser considerado y atendido como una parte fundamental del tratamiento, ya que si no ocurre así, puede ser un punto clave para el impedimento u obstáculo para su recuperación (1) .
Para que la familia pueda funcionar como red de apoyo y soporte seguro de la persona que sufre una adicción, primero es necesario brindarle el ambiente donde pueda ser capaz de identificar, expresar, validar y atender los múltiples daños que se les generen durante el período en el que se desarrolló la enfermedad por abuso y adicción. Como ejemplos está haber perdido la confianza en la posible recuperación de su familiar, que genera una posición negativa y de rechazo inicial a la posibilidad de éxito en el tratamiento. Otros podrían ser, el deterioro en las relaciones, la construcción de vínculos dolorosos, las pérdidas económicas, los sentimientos de culpa, la tristeza, el miedo y los resentimientos (1, 3).
Pero, ¿qué pueden hacer los familiares para contribuir a la mejora de una persona con problemas de consumo o adicción?
- Involucrarse activamente sin llegar a responsabilizarse del comportamiento de abuso de su familiar.
- Obtener psicoeducación sobre las adicciones, sus causas, mitos, realidades, proceso de la adicción, afectaciones físicas y psicológicas.
- Contribuir a la reubicación de las figuras de autoridad, estableciendo límites claros, manejo y solución de conflictos pacíficamente.
- Enriquecer las expresiones afectivas y de reconocimiento, así como la validación de sus emociones.
- Brindar respaldo, contención y apoyo solidario.
- Realizar cambios en la forma de relación y actuación en la resolución de conflictos relacionados con el consumo.
- Identificación de conductas de señales de alerta que pueden anticipar una caída.
- Reforzar y validar los avances de su familiar en el proceso de recuperación. (1, 2)
En las familias en la que la forma de relación es violenta entre sus miembros y la violencia les impide unirse como grupo de apoyo mutuo mejorando sus conflictos individuales y familiares, la recuperación de una adicción se vuelve lenta, compleja y en ocasiones difícil de ocurrir. (3).
Es importante que si tienes algún familiar cercano con problemas de consumo, consumo crónico sin control o adicción, busquen ayuda de servicios profesionales y con experiencia que les puedan brindar espacios seguros de información y crecimiento. ¡No estás solo, pide ayuda!
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Referencias bibliográficas
- La familia, soporte para la recuperación de la adicción a las drogas. Zapata Vanegas, Mario Alberto.2009. Revista CES Psicología. Abrir enlace
- Guía Clínica de intervención psicológica en adicciones.(2007). Ed. Socidrogalcohol. Valencia. Abrir enlace
- Canales, J. (2014). Padres tóxicos, legado disfuncional de la infancia. México. Paidós. págs.169.
